jueves, 16 de junio de 2011

¿Pañuelos manchados? ¿Por quién?

(Respuesta al artículo “Pañuelos manchados” de Pablo Stefanoni publicado en Rebelión y en Aporrea).


Por María Isabel Bertone

Pablo Stefanoni titula una nota sobre Madres de Plaza de Mayo sugiriendo desde el vamos que “[Los] Pañuelos [están] manchados.
En sentido contrario y también de entrada yo afirmo –como miles en este país– que los pañuelos no están manchados, salvo por la sangre de las mismas Madres, que siempre pusieron su cuerpo en la defensa de sus ideas. (Quien quiera que viva o visite la ciudad de Buenos Aires, puede ver en el recientemente inaugurado “Museo del Bicentenario”, el pañuelo –manchado con su sangre– que Hebe de Bonafini llevaba el 20 de febrero de 1996, día de la represión a estudiantes en la ciudad de La Plata, cedido para su exposición a dicho Museo).
Igualmente desde el vamos diré –aunque sea catalogada de “militante ultra k”, que no lo soy– que “El escándalo Schoklender” (que tiene una base objetiva, nadie pretende negarlo, como se verá más adelante), es una operatoria diseñada y amplificada por los medios hegemónicos hasta el cansancio, con tapas y titulares de catástrofe, que forma parte de un deliberado plan de daños cuyos eslabones serían: debilitar primero la credibilidad de Hebe, a través de ella la de Madres, después extenderla a otros organismos de ddhh, luego a la Presidenta Cristina y por último a la Política de Estado de Derechos Humanos implementada por ambas administraciones Kirchner. Objetivo final: afectar la reelección de Cristina, pues de lograrse eso, se facilitaría el regreso a la impunidad (de los militares y de los civiles cómplices del genocidio, entre ellos los grandes medios de comunicación) y también regresaría a la política la visión neoliberal de “achique del Estado” y “Ajuste” sobre la población. No estoy fabulando: uno de los referentes de la derecha endógena, Eduardo Duhalde, ya anunció que, de ganar, habría que “derogar la Ley de Medios” y que en la sociedad argentina deben poder convivir “el que quiere a Videla con el que no lo quiere”. Otro propagandista de estas posturas, el periodista Chiche Gelblung (dirigía la revista Gente durante la dictadura desde la que se constituyó en vocero de la misma) preguntaba hace poco en su programa de radio alrededor de la fecha del 24 de marzo: “Ché, ¿qué pasó el 24 de marzo? ¿Por qué es feriado el 24 de marzo?”. Y también el actual candidato Alfonsín habla de “basta de derroche” aludiendo al tema de la construcción de viviendas (Debe decirse que en 8 años de ambas administraciones Kirchner se construyeron 800.000 unidades, de las cuales un porcentaje menor corresponde al emprendimiento de Madres de Plaza de Mayo, ejecutado por otra parte con intendencias –alcaldías para Venezuela– y gobernaciones elegidas por el voto popular, o sea, de variado signo político).
Dicho lo anterior, es de público conocimiento, que para la justicia hay indicios suficientes como para investigar a Sergio Schoklender por delitos graves (el juez interviniente en la causa prohibió su salida del país, entre otras medidas), pero muy pocos dicen (el artículo que analizo lo calla) que en esa investigación las Madres figuran como “damnificadas” de los procedimientos delictivos de Schoklender. Repítase hasta el cansancio: las Madres de Plaza de Mayo no están siendo investigadas y según últimas informaciones se presentarán ante la justicia como querellantes contra los Schoklender. “Si tienen que ir presos, que vayan” –dijo Hebe de Bonafini recientemente. Nadie pretende “meter la basura debajo de la alfombra”, como dice el articulista. Ni el gobierno, ni diferentes ámbitos de la justicia y de los órganos contralores, ni Hebe, ni yo, ni ninguna de las innumerables personas que abrazaron a Hebe y a las Madres a raíz de este episodio. “Que se investiguen a las personas que se tengan que investigar”, es el clamor de toda/os. Y se está investigando. Como educadora en ddhh que soy y desde donde analizo la realidad y este hecho en particular, cabe decir que a Sergio Schoklender le alcanza también la garantía del derecho a la justicia que es la presunción de inocencia. Por ello, será la justicia quien deberá decir cuáles son los delitos que cometió y cuáles los alcances de los mismos.
También quisiera decir que no sabemos cuántos son los  “muchos militantes y antiguos compañeros de ruta [que, según el texto de Stefanoni] abandonaron sus lugares en espacios como la Universidad de las Madres … ”. Pero sí sé que somos muchísimos la/os que colaboramos con proyectos que son y serán hitos educativos en la Historia de este país, como la Radio y la Universidad. Y también me consta que el número de personas que sigue abrazando a las Madres y así lo hizo en la marcha del último jueves, creció, y no se aparta de ellas porque no hay mancha de la que apartarse. Respecto del Proyecto de inclusión social llamado “Sueños compartidos”,  uno de cuyos componentes es la autoconstrucción de viviendas con obrera/os registrada/os, bancarizada/os y protegida/os por las leyes laborales de este país, amerita una respuesta en una segunda entrega.
Ahora quiero referirme a lo que considero el corazón de este artículo cuando dice: “…Hebe Bonafini (…) tuvo un golpe de amor por Néstor y Cristina, pasando a militar entre los más ortodoxos kirchneristas. En cada acto K, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo ocupan la primera fila, los ‘sueños’ siempre están dentro del Palacio…”.
Fíjense lo que señalaba al principio: ya no es sólo Madres las que ocupan la primera fila” …Abuelas también. ¿Y qué carajo tiene que ver Schocklender con Abuelas? ¡Nada! Pero es lo que señalaba al principio: manchemos a Madres y también caerán Abuelas. El mismo artículo las menciona juntas, no es teoría conspirativa ni estoy enceguecida por mi “militancia ultra K”.
“¡Golpe de amor?” !Qué liviandad! ¡Y cómo no se iban a subir al palco de dos presidentes que diseñaron y ejecutaron una Política de Estado de Derechos Humanos y de lucha contra la impunidad  que es mencionada como ejemplar en los foros internacionales de ddhh! ¡Cómo no se iban a dejar abrazar por un Presidente que dijo sentirse hijo de ellas! ¡Cómo no entrar de la mano de ese/a Presidente/a a las mazmorras donde habían asesinado a sus hija/os, para transformarlas en Museos de la Memoria o en espacios de Vida y Arte como parte de esa misma Política! ¿No vemos lo que le cuesta a pueblos hermanos como Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay, avanzar contra la impunidad y en contrario, lo logrado por nosotros? Por la inclaudicable lucha y méritos de Madres, de Abuelas, de Hijos, de Hermanos, de organismos, sí. Pero también porque hubo un gobierno que asumió en nombre del Estado argentino la responsabilidad estatal de luchar contra esa impunidad –principio esencial de la doctrina de derechos humanos– y la llevó a la práctica diseñando una Política que tuvo en la anulación de las leyes de la impunidad y en la creación de un Banco Nacional de Datos Genéticos, dos hitos fundamentales, por sólo mencionar dos.
¿De qué cooptación me hablan? ¿En nombre de qué purismo un/a militante de derechos humanos no puede reconocer cuando un gobierno o un Estado hace lo que tiene que hacer por mandato constitucional y supra nacional? Recomendaría a Pablo Stefanoni que tome un curso de educación en derechos humanos de los tantos y tan buenos que hay en toda Latinoamérica antes de hablar de lo que no maneja. Muy cerca de su razonamiento y como parte de la campaña de la que hablo, está el pensamiento del Sr. Jorge Lanata, que dice que la cooptación de los organismos de ddhh comenzó en los 90 en el gobierno de Menem, llamando “subsidios” a lo que fueron legítimas reparaciones pecuniarias logradas por las víctimas del Terrorismo de Estado. En Argentina es de público conocimiento que justamente a raíz del cobro o no cobro de esta legítima reivindicación (no es un “subsidio”, Lanata, se llama “derecho a la reparación de las víctimas” ) las Madres de Plaza de Mayo, entre otros motivos, se dividieron, y fue justamente el grupo que lidera Hebe el que se negó a cobrarlas porque consideraron que no se podía poner precio a la sangre de sus hijos.
A pesar de esas diferencias, Madres de los dos grupos, Abuelas, y otros organismos de derechos humanos, incluso aquella/os que en los 24 de marzo (Día de la Memoria, aniversario del Golpe de Estado) marchan junto a las organizaciones de izquierda críticas al gobierno, ninguno de esos grupos, repito, tuvo pruritos en “subirse al palco” y abrazarse con Néstor o con Cristina. Lo hizo Hebe. Lo hizo Taty Almeida. Lo hizo Estela de Carlotto. Y muchas personas más. Ninguna de ellas ni esos organismos está cooptado. Porque no perdieron autonomía; porque no dejaron de decir lo que creían debía decirse, ni dejaron de continuar con sus demandas de Verdad y Justicia cuando lo consideraron, ni de acercarse a otras víctimas solidariamente como los pueblos originarios. Lo hacen porque, a pesar de sus matices y diferencias que las hay como en todo grupo humano, sienten y saben que en 20 años de democracia (1983-2003), con la excepción del brevísimo período del Juicio a las Juntas, fueron apaleadas, ninguneadas, no escuchadas, desvalorizadas, y sobre todo no respondidas sus demandas de Verdad y Justicia. Y que a partir de la asunción al gobierno de Néstor Kirchner en 2003 se produce un vuelco copernicano en esta materia. Y hay que decir que esta Política de Estado incluyó no sólo a los derechos civiles y políticos sino también a los derechos económicos, sociales y culturales, pudiendo mencionar la Asignación Universal por Hijo, la reestatización de los Fondos de Jubilaciones y Pensiones, la Política inmigratoria, la firma de cientos de convenciones colectivas de trabajo como otros tantos hitos de la misma. Y esto lo sabe y lo reconoce también y tampoco tiene prurito en hacerlo, otro organismo tan prestigioso como los anteriores, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). En la presentación de su Informe Anual correspondiente a este año lo escuché de boca de su presidente Horacio Verbistky y de su Director Gastón Schillier, aunque también señalaron todo lo que faltaba por hacer, que nadie dice que vivimos en el Paraíso.
Pero Verbistky (uno de los mejores periodistas de investigación de este país, con obra publicada numerosa y contundente) también es alcanzado por la descalificación de Stefanoni. Sostiene que “en tiempos de campaña electoral la tarea de los periodistas K es actuar como activistas políticos”. Otra vez la misma operación: pretender descalificar con el agregado  “K” a todo aquel que opine bien de alguna actuación del gobierno o del gobierno en general. “Periodistas K, Piqueteros K, Intelectuales K, artistas K”, dicta la pauta de estilo (escrita o implícita) del monopolio Clarín, que por lo visto también asume Stefanoni. Y continúa: “Es el caso de Página/12, que hace días usó toda la tapa del diario para denunciar el contenido del último libro de Beatriz Sarlo sobre Kirchner (La audacia  y el cálculo). El periodista Horacio Verbitsky usó así al diario con un solo objetivo: mostrar que Kirchner sí fue un luchador por los derechos humanos bajo la dictadura, algo a lo que no podría demostrar ni estirando la imaginación hasta el infinito. La mayor "prueba" es la foto de Kirchner hablando contra la dictadura en… 1983; es decir, cuando ya todo estaba decidido”.
Para quienes de verdad quieran informarse recomiendo leer el artículo de Verbistky que considero excelente. (Acá va el link: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-169052-2011-05-29.html). En el mismo, Verbistky “no denuncia” (¿qué significa denunciar un libro?) sino que polemiza con los argumentos vertidos por Beatriz Sarlo en el libro aludido. En el debate de ideas que está en curso en la sociedad argentina actual esa polémica es imprescindible y considero excelente que Página 12 (periódico que desde su fundación le ha dado a la reivindicación de LA MEMORIA un lugar primordial) le haya dado la centralidad que le dio. Lean ustedes por lo menos el fragmento titulado “Derechos y humanos” y verán que la sobre simplificación que de todo el artículo hace Stefanoni es una ofensa a la inteligencia de sus lectora/es.
Termino entonces preguntándole al Sr. Stefanoni usando su mismo razonamiento: en tiempos de campaña electoral, ¿qué funcionalidad tiene un artículo como el suyo?

marisabertone@gmail.com

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